A mi profesora Ana María
con mucha alegría
esta linda poesía
para que la ilumine cada día.
Para la que nos enseña
a manera de peña
por eso levanto feroz
toda mi débil voz
para un pequeño homenaje
a mi profesora de linaje.
Quiero hoy agradecerle
y este poema leerle
porque sé de su dedicación
que es de todo corazón,
porque le pone fervor
y lo más importante: amor.
Es grande su entrega
nos explica despacito
a nadie grita a nadie pega
por eso yo la felicito.
Es un ejemplo digno
no usa la maldad
para mí es un signo
de servicio y humildad.
Acabo agradeciéndole
porque sabe enseñar
todos estamos entendiéndole
por su esfuerzo al predicar.
Fue dedicada a mi profesora de Inglés Ana María Muñoz - Año 2002
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